miércoles, 14 de octubre de 2009

Para cambiar el mundo, todos debemos poner nuestra parte

A muchos nos preocupa el deterioro del planeta y las consecuencias de nuestras desiguales relaciones con la naturaleza. Pero gran parte de la gente considera que no hay nada que puedan hacer o que los problemas son tan grandes que se escapan de sus manos. Esto no es así. Existen innumerables cosas que podemos hacer día a día para ayudar a conservar el planeta y llevar una existencia más armoniosa con la naturaleza. Acá van algunos ejemplos:


Ahorra papel
Toda hoja tiene dos caras. Re-usándolas y escribiendo o imprimiendo en su reverso, reduces tu consumo de papel. Al reducir tu consumo, reduces la presión sobre los bosques y la cantidad de basura.

Utiliza bolsas de papel
Los envoltorios de cartón o papel y los envases de vidrio son los menos dañinos. No lo olvides al tener que optar entre productos.

Tené en cuenta la regla de las tres erres
Pongamos en práctica la regla de las tres erres: Reducir, Reutilizar y Reciclar. Evitemos el consumo innecesario de papel y cartón, reutilicemos para otros usos los papeles y cartones que tengamos y, sólo cuando ya no nos sirva para absolutamente nada, será cuando debamos llevarlos a un contenedor para reciclar.


No utilices aerosoles
Si te es imprescindible usa pistolas mecánicas o pulverizadores, pero nunca aerosoles.


Utiliza pilas recargables
Cuestan más pero a medio plazo son mucho más rentables y menos contaminantes.



Otras bombillas
Cambie las bombillas incandescentes por otras de bajo consumo. Son más caras, pero duran hasta diez veces más, y gastan entre cuatro y cinco veces menos.

Desechos tecnológicos
Cuidado con la basura tecnológica; los aparatos electrónicos contienen sustancias peligrosas. No tire estos residuos a la basura. Llévelos a un punto limpio. Y piense dos veces antes de cambiar de aparato.

Grifos en buen estado
Revise todos los grifos de la casa. Que no goteen. Una forma de reducir el consumo es colocar difusores de caudal.


Apostá por lo biológico
Apúntese a los alimentos ecológicos, también denominados biológicos o bio. Provienen de una agricultura y una ganadería extensivas que no usan productos químicos sintéticos para aumentar su rendimiento o para luchar contra las plagas.


Cercanías
Comprá productos locales, ya que para llegar hasta el mostrador del mercado habrán requerido menores desplazamientos y, por tanto, menos gasto energético.



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